“Si celebramos algo en casa no pueden faltar las alcachofas con anchoas”
El próximo mes de marzo soplará 62 velas. Nos referimos a Paquita Ligero Roda, una abuela barcelonesa, de padres andaluces quien aprovechando su inactividad laboral abrió una cuenta en Instagram hace cuatro años donde comparte a diario los platos que prepara tanto a la hora de comer como de cenar y que ahora llegan a sus más de 61.800 seguidores. “No me guardo publicaciones, casi puedo decir que son fotos en directo”, remarca en esta entrevista donde nos cuenta por qué se hizo instagramer, cuáles son sus platos favoritos y en qué consiste ese ‘preparado mágico’ que le da un toque especial a sus variadas recetas de cocina.
En Instagram se presenta como “Una ventana abierta a mi cocina”. ¿Recuerda cuándo abrió la cuenta y qué le empujó a hacerlo?
En abril de este año hará cuatro años que la abrí. Todo surgió porque mis hijas tenían Instagram y fueron ellas quienes me animaron a que abriera mi propia cuenta. Al principio subía un plato, a los dos días otro… pero a raíz de unas vacaciones en Santiago de la Ribera con la princesa (así se refiere a su nieta), empecé a publicar a diario tanto el plato que preparo a la hora de comer como el que elaboro a la hora de cenar.
¿Imaginó entonces que aglutinaría a una fiel comunidad que supera los 61.000 seguidores?
¡Jamás! Hace ya un tiempo me hizo una entrevista Rosa Molinero porque se sorprendió de que me siguiera tanta gente en una red social de veinteañeros cuando solo comparto fotografías de platos de cocina. Entonces tenía 6.000 seguidores y la cifra siguió y sigue creciendo. ¿Quién me iba a decir que esas personas que me decían ‘Paquita, adóptame’ o ‘Paquita, ¡quiero comer en tu casa!’ se iban a convertir en una comunidad tan numerosa y fiel?”.
¿Cuántas publicaciones comparte a diario y cuánto tiempo le dedica a Instagram?
Ahora dos. El plato que preparo al mediodía y el de la cena. No me guardo nunca publicaciones. Casi podría decir que son publicaciones en directo de ahí que me presente como ‘una ventana abierta a mi cocina’.
¿Dónde se inspira para elaborar los platos que luego fotografía y sube a Internet?
Todo sale de mi cabeza. Nunca sigo recetas al pie de la letra. Intento recordar aquellos platos que preparaba mi abuela o mi padre de los que, por desgracia, no conservo ninguna receta. Por así decirlo, elaboro una cocina de recuerdo. Tengo mucha nostalgia de aquellos años y si en algún momento tengo alguna duda sobre algo lo consulto en Internet donde uno encuentra de todo. Elaboro muchos platos de la cocina murciana y de la gastronomía española y también me gusta la cocina asiática y la india. Me gustan muchísimo las especias y el picante. Lo único que no hago son canelones porque los hacía mi padre aunque sí la bechamel. Cuando la preparo es como si lo tuviera al lado y me encanta. Tampoco soy de repostería por eso de no tener que seguir los pasos y las cantidades de ingredientes al pie de la letra.
¿Dónde suele realizar la cesta de la compra?
En una gran superficie que tengo delante de mi casa. Es verdad que a veces también voy a la carnicería o a la frutería si en el supermercado no encuentro lo que me gusta. Antes, los fines de semana, iba con mis hijas al mercado pero desde que abrieron la gran superficie todo me resulta más cómodo. Eso sí, que nadie piense que planifico lo que voy a comer cada día. Cuando hago la compra y veo algún ingrediente que me gusta, lo compro y lo preparo. Improviso.
¿Qué productos nunca faltan en su despensa?
Ajos, patatas, cebollas, pimientos rojos y verdes, tomates, verduras… En mi casa siempre tiene que haber verduras y nunca falta lo básico para preparar un sofrito y mi preparado mágico, es decir, ajo con jengibre en aceite que guardo en la nevera. Lo empleo para casi todo. También tengo lo típico: arroz, pasta, encurtidos, alcaparras, legumbres, atún… La verdad es que un poco de todo.
¿Háblenos de ese preparado mágico?
Cuando me quedé en el paro fui a un curso de cocina hindú que se impartía en el centro social del barrio. Casi todos los platos llevaban una cucharadita de ajo y jengibre y yo adapté aquella fórmula a mis platos. Les da un toque especial y quienes lo han probado dicen que es una maravilla. A mi princesita, a mi nieta, por ejemplo, le encanta.
¿Tiene algún plato favorito?
El pollo picante con pimientos. Lo aprendí de tanto pedirlo en un restaurante chino.
No podemos pasar sin preguntarle por las alcachofas. ¿Le gustan?
¡Por supuesto! En mi casa siempre que tenemos alguna celebración no pueden faltar las alcachofas en conserva con anchoas. Hay quien me pregunta cómo consigo que las alcachofas queden tan ‘blanquitas’ y no se dan cuenta de que empleo alcachofas de bote. Con las alcachofas frescas tengo un truco para evitar que se oxiden y es meterlas en agua con un poco de perejil. ¿Nunca lo habéis probado?
¿Algún plato con ellas como protagonista que haya compartido en Instagram?
Sí. Hace poco compartí una receta de un guiso de alcachofas con conejo que gustó muchísimo y también la de un arroz bomba con gambas, chipirones, alcachofas y ajos tiernos que es una delicia.
En nuestra web incluimos una sección ‘red de restaurantes’ donde se sirven platos con alcachofas. ¿Tiene algún bar o restaurante favorito?
En mi casa no somos de ir a restaurantes así que no puedo quedarme con ninguno. A mi marido le gusta mucho el ceviche y a veces vamos a restaurantes peruanos. También salimos a comer sushi porque aún no me he atrevido a prepararlo en casa y a una pulpería gallega que hay en Barcelona que es una delicia.
¿Y algún cocinero/a?
Hace poco empecé a seguir en Instagram a Jesús Sánchez, del Cenador de Amos, y siempre me llamaron la atención las elaboraciones de Ángel León pero yo soy más de cocina tradicional.
Muchísimas gracias por su tiempo.
A vosotros. Ha sido un placer.
Entrevista realizada por teléfono. Desde la asociación sin ánimo de lucro Alcachofa de España agradecemos a Paquita la atención prestada. La fotografía que ilustra el artículo ha sido facilitada para esta ocasión por la entrevistada.