En verano, alcachofas congeladas
Con la finalización de la temporada fuerte de la alcachofa, toca pensar en cómo seguir consumiéndolas, a pesar de la reducción de producción estival. La solución es el procesado y, en concreto, el congelado. Gracias a poder alargar la vida útil de estas verduras de esta manera, podemos disfrutar de ellas en estos meses en los que zonas como Zafarraya (Granada) toman el relevo del cultivo, debido a sus favorables condiciones climáticas y geográficas, para abastecer la demanda de los españoles.
Pero ¿se conversan realmente el sabor y los nutrientes de las alcachofas cuando son congeladas? Aunque siempre es recomendable adquirir el producto en fresco, estas hortalizas procesadas mantienen el sabor y prácticamente todas sus propiedades organolépticas, ya que se introducen en las neveras cuando todavía están frescas.
Además, estas verduras son escaldadas antes de su congelación, lo cual disminuye el nivel de las vitaminas hidrosolubles menos estables, como las B1 y C, así como los antioxidantes. Otros nutrientes se retienen más fácilmente, como las vitaminas liposolubles A y E, y pueden incluso encontrarse más disponibles después de este procesado. De esta manera, al prolongar su duración, podemos disfrutar de la alcachofa los 365 días del año.
También se mantiene, gracias al procesado de la alcachofa, su contenido en vitamina B9 o ácido fólico, un nutriente muy recomendable para su consumo en etapas de embarazo o de lactancia, así como para combatir los efectos perjudiciales de ciertos medicamentos que absorben esta sustancia.
Otras propiedades, aunque se encuentran en menor cantidad, son las vitaminas D y K, el hierro, las proteínas, el calcio, la fibra, el potasio, el yodo, el zinc, los carbohidratos, el magnesio, el sodio y el fósforo.
Razones y nutrientes de más para no dejar pasar la oportunidad en verano de consumir alcachofa congeladas. Vuestra salud y vuestro paladar os lo agradecerán. ?
Foto: Bizcochela