“He arreglado cajas y cajas de alcachofas en cocinas de restaurantes”
Lucía Martínez Argüelles (Mieres, 1981) es dietista nutricionista, está al frente de la web ‘Dime qué comes’, le gusta escribir, colabora habitualmente con el diario El País Salud, es autora de cinco libros… y asegura que no vive “para nada estresada”. Nos ha dedicado unos minutos para responder a un cuestionario. Agradece que no le preguntemos por las proteínas, el hierro y la B12. “Con eso ya me doy por satisfecha”. Afincada entre Valencia y Sóller repasa sus años de trabajo en cocinas de restaurantes, su etapa como dietista en un hospital y sus sueños actuales. Obviamente aprovechamos la ocasión para preguntarle por las alcachofas. “Me gustan mucho pero a veces las compro congeladas por vagancia aunque no es lo mismo, las frescas están mucho más buenas”.
¿Cuándo diste el paso de abrir dimequecomes.com y qué te empujó a hacerlo?
Lo abrí en mayo de 2010 porque siempre me ha gustado escribir. No tenía ninguna pretensión, en absoluto. Sé que es una respuesta poco inspiradora, pero es la verdad. A mí me servía para fijar conceptos de la Formación Profesional de dietética y metía recetas para rellenar.
Entre Facebook e Instagram acumulas más de 200.000 seguidores. ¿Imaginaste entonces tener una comunidad tan fiel y amplia?
No tengo una comunidad, de hecho me da bastante vergüenza ajena ese término. Una comunidad es otra cosa muy diferente y le estamos quitando a ese término todo el sentido, una comunidad no es gente que le ha dado a seguir a una cuenta random en Instagram y tampoco sé si son fieles o no, la verdad. Es algo que no me preocupa en absoluto porque no monetizo a esa gente. Sólo quienes sacan rendimiento económico de los followers tienen que preocuparse de su fidelidad y de crearles esa falsa sensación de comunidad ‘presidida’ por el o la influencer o divulgador/a de turno, pero son temas puramente de marketing que a mí me dan bastante risa. Me es totalmente indiferente que me sigan mil personas o cien mil. Mantengo las redes por puro utilitarismo político y porque a veces le vienen bien a Aleris el hecho de tener un par de cuentas más potentes en términos de alcance. Pero es mi intención cerrarlas o cederlas a algún proyecto que me parezca útil en un futuro espero que no muy lejano.
Eres graduada en Nutrición Humana y Diétetica, además has cursado varios máster, eres experta en diferentes disciplinas y estás al frente del Centro Aleris y de la Academia Aleris. ¿Cuándo surge esa vocación?
Siento chafaros las preguntas pero no tengo ninguna vocación empresarial (por lo de Aleris), cero absoluto, la cultura empresarial me repatea y me siento súper cómoda siendo empleada, ni siquiera quiero ser autónoma. Es un error del destino que yo tenga Aleris y la Academia. Solo quería tener un sitio en el que trabajar, pero las circunstancias y el tener que acoplarme a decisiones de otra gente me llevaron hasta aquí. El tema empresarial no va con mis ideas políticas ni con lo que a mí me interesa de la vida y espero en el futuro poder cambiarlo. Estamos dando pasos claves para ello ahora que en la dirección estoy con alguien con ideas similares a las mías. Mientras, es un trabajo y lo hago sin más. Como cualquiera con un trabajo que no le apasiona pero le da de comer, pues yo gestiono Aleris. Respecto a la nutrición, me empezó a interesar cuando vi que podía ser una buena forma de conciliar trabajo y activismo en lo que realmente me interesa que es la lucha contra la explotación animal y demás temas sociopolíticos ligados al veganismo y a otras inquietudes políticas que tengo. Por eso estudié la FP y luego la carrera y el máster. Para cuando viniera un listo a preguntarme por las proteínas y porque me permite dar información y asesoramiento a otras personas que desean dejar de participar de ese sistema de explotación, información que hasta hace pocos años era muy escasa en castellano y gran parte era incorrecta. Ojalá pudiera dedicarme sólo a eso desde el marco de una ONG o similar. Para eso estudié nutrición, desde luego no para dirigir una empresa, para eso hubiera estudiado ADE.
También has trabajado como dietista en clínicas y hospitales. ¿Cómo fue esa experiencia?
Lo que es el trabajo, genial. Me encantaba ser dietista de cocina en el hospital. Es un trabajo que a las nutricionistas no les suele gustar o incluso lo consideran un trabajo de segunda por el hecho de estar en una cocina. Yo al contrario, en una cocina profesional me sentía perfectamente ubicada por venir de donde venía. Era un entorno en el que yo me manejaba, conocía los códigos y fue un trabajo al que no me costó nada adaptarme, me gustaba trabajar con los equipos de cocina, preparar menús, fichas técnicas e incluso me gusta el trabajo de control de proveedores, hacer pedidos y la cinta de emplate. Eso sí, las condiciones eran bastante malas y la empresa para la que yo trabajaba bastante explotadora. Pero si pudiera volver a ese trabajo con un sueldo y condiciones dignas, ni me lo pensaba.
Y anteriormente estuviste durante más de una década en cocinas de hoteles de cinco estrellas y restaurantes con estrella Michelín. ¿De dónde nace esa pasión por la cocina?
No es ninguna pasión. Yo me fui de casa con 18 años y necesitaba un sueldo y en Mallorca eso significa hostelería. Así que cogí mi primer trabajo como ‘fregaplatos’ y desde ahí fui subiendo a ayudante, cocinera y jefe de partida, pero lo mismo habría podido empezar de ayudante de camarera y terminar en sala de jefe de rango, o de dependienta en un supermercado. Fue supervivencia, la cocina me dio de comer, me pagó los dos FP, me pagó la carrera y, por supuesto, pagaba mi alquiler, mi comida, mi ropa, etcétera. Y aunque aprendí mucho de cómo gestionar la vida en las cocinas, conocí a mucha gente, me enseñó cosas muy útiles y no me disgustaba el trabajo; no era una pasión, era un curro.
En tu web también compartes recetas de cocina. No podemos pasar sin preguntarte por las alcachofas. ¿Qué opinas de ellas? ¿Te gustan?
Sí, me gustan mucho pero… ¡qué pereza dan! No hay verdura que cueste más arreglar que las alcachofas y cuánto desperdicio dejan. Y os aseguro que he arreglado cajas y cajas en las cocinas de restaurantes y soy bastante rápida y tengo técnica, pero confieso que muchas veces las compro congeladas por vagancia, aunque no es lo mismo, las frescas están mucho más buenas.
Has publicado hasta cinco libros. El último ‘Vegetarianos con más ciencia’. ¿Qué podemos encontrar en sus páginas?
Todo lo necesario para comer vegano y saludable y para responder a todas las preguntas pesadas que os hagan sobre vuestra alimentación si sois veganos/as.
¿De dónde sacas tiempo para todas las actividades que desempeñas?
Yo voy bien de tiempo, no voy para nada estresada. Sé que está de moda tener una agenda muy llena y eso a la gente la hace sentir realizada, a mí no. La gente que presume de no tener tiempo… digamos que no me producen ninguna admiración, más bien al contrario. Yo ya he vivido muchos años trabajando más de doce horas al día (como casi toda la hostelería) y estudiando a la vez. Suficiente. No tengo la menor necesidad de llenarme la agenda por esa falsa idea de que hay que ser súper productiva. Yo rechazo infinidad de cosas o se las paso a otras personas. Así que en realidad no hago muchas actividades, podría hacer más pero no es mi aspiración vital. Intento simplificar mi vida lo bastante para no tener que “sacar” tiempo, en todos los sentidos, también en el de tener pocas necesidades, porque eso me da más libertad. Eso sí, en todo lo que hago procuro cumplir mis responsabilidades sin falta, ser eficiente y hacer las cosas bien.
¿Qué alimentos nunca faltan en tu despensa?
Verdura y hortaliza siempre hay. Aceite de oliva también. Y botes de garbanzos, chocolate y tofu.
Como profesional, en general, ¿consideras que en nuestro país nos alimentamos bien?
No, y no es una consideración, es una realidad, son datos, no es opinable. Basta echarle un ojo a las estadísticas de consumo o a la última encuesta nacional de ingesta dietética para saberlo. Ver qué alimentos ocupan los primeros puestos y en qué lugar quedan otros como las legumbres o los frutos secos.
Muchísimas gracias por tu tiempo.
A vosotros.
Entrevista realizada mediante cuestionario por escrito. Desde la asociación sin ánimo de lucro Alcachofa de España agradecemos a Lucía la atención prestada. La fotografía que ilustra el artículo ha sido facilitada para esta ocasión por la entrevistada. Es obra de Antonio Navarro (cortesía de Planeta).