¿Cómo evitar que las alcachofas se pongan negras?
La oxidación de algunas frutas o verduras cuando se pelan o se cortan es un fenómeno tan natural como habitual. El mero contacto con el aire es suficiente para que productos naturales como las manzanas, los aguacates o las alcachofas se ennegrezcan. Ello se debe a sus componentes fenólicos, los cuales reaccionan con el oxígeno en una suerte de defensa ante una ‘herida’, ya que los agregados oscuros que invaden la superficie son tóxicos para microorganismos externos.
En cualquier caso, se trata de un proceso de fácil remedio. Hablando de las alcachofas en particular, la primera recomendación es manipularlas siempre con guantes para evitar que las propias manos se tiñan de negro. A partir de ahí, existen varias opciones para tratar la verdura. Una de las más conocidas es frotarla con limón o introducirla en agua con unas gotas de dicho cítrico. Eso sí, hay que tener en cuenta que esta práctica condiciona el sabor, lo cual no agrada a todos los paladares.
Otra alternativa sería sumergir las alcachofas en un recipiente con agua fría y un manojo de perejil, cuya elevada cantidad de un antioxidante natural como es la vitamina C consigue retrasar este fenómeno. Asimismo, se pueden añadir unas cucharadas de harina al agua de remojo de la verdura, siendo también indicada para su posterior cocción porque evita que pierda su característico color verde en menor medida.
¿Sabéis de otras fórmulas para evitar que las alcachofas se pongan negras?