Alcachofas, el alimento que embellece la piel

Al vapor, al horno, hervidas, fritas… la alcachofa es un alimento de lo más versátil en la cocina. Además, entre sus múltiples beneficios para la salud, cuenta con una gran cantidad de antioxidantes naturales que limpian dermis y es rica en vitaminas A, B y C así como en minerales como el fósforo o el calcio, que aportan un brillo especial a la piel y ralentizan su envejecimiento.

La alimentación es un factor fundamental para la salud y lo que comemos también afecta a nuestra piel. Expertos de la Universidad de Murcia remarcan que el consumo de alcachofas, por su alto contenido en polifenoles, repercute de forma beneficiosa en la dermis. Las alcachofas son ricas en sustancias activas muy beneficiosas para la piel aportando hidratación y frescura. Contienen muchos minerales, como el potasio, el sodio, el calcio y vitaminas, como la vitamina A, la B1 y la C, que ayudan a frenar el envejecimiento de nuestra piel. Una ración de 200 gramos procura el 33% del fósforo que precisa el organismo al día, un 18% del potasio, un 15% del magnesio y un 13% del calcio.

 

Asimismo destaca sobre todo por una serie de sustancias que se encuentran en cantidades muy pequeñas pero que tienen notables efectos fisiológicos, como la cinarina, que ayuda a proteger el hígado, o la inulina, una fibra que reduce la concentración de azúcar en la sangre tras las comidas y que favorece al equilibrio de la flora intestinal. “Es un alimento depurativo a tener muy en cuenta”, remarcan desde la Fundación Española de Nutrición.

El consumo de alcachofas puede mejorar afecciones crónicas. Por ejemplo, muchas dermatitis desaparecen o mejoran tras estimular los procesos de desintoxicación hepática. También es aconsejable para evitar el acné, esos granitos que nunca gustan, y contribuye a que nuestra piel luzca más lisa y brillante.

 

La verdura de moda, gracias a la vitamina C, ayuda al desarrollo saludable de colágeno, una proteína cuya función mantiene unidos los tejidos de la piel reduciendo arrugas, flacidez y líneas de expresión y protegiéndola de agentes externos, como el frío, el sol o la contaminación ambiental.

 

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