El consumo de alcachofa depura el organismo
Nuria García, doctora e investigadora de la Universidad de Murcia en el departamento de Química Agrícola, Geología y Edafología, recomienda la alcachofa tras los excesos navideños. La razón no es otra que su efecto diurético gracias a la cinarina, un compuesto fenolítico que actúa sobre los riñones, de manera que contribuye a disminuir la retención de líquidos.
Así, la alcachofa favorece la reducción de volumen corporal, con lo que ayuda en la recuperación después de las citas copiosas de la Navidad. Además, como indica esta profesional, “las propiedades caloréticas y colagogas de este vegetal depuran y eliminan toxinas de órganos tan importantes como el hígado”.
Por otro lado, la alcachofa también es perfecta para plantar cara a las digestiones pesadas y ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, ya que contribuye a que éstos no se disparen. “Esto es gracias al alto contenido en inulina que posee la alcachofa y que la hace especialmente recomendable para personas diabéticas”, matiza la doctora. En la misma línea, reduce los niveles de colesterol, pues evita que se acumulen grasas en las arterias.
Asimismo, la alcachofa es baja en calorías, antioxidante y antiinflamatoria (por su contenido en cinarósidos y flavonoides) y es rica en fibra, vitaminas (A, B, C y E), minerales (potasio, calcio, magnesio y fósforo) e hidratos de carbono. Además, es buena en el tratamiento del estreñimiento, los cálculos vesiculares, la gota o el reuma y actúa en la formación de los huesos.
En todo caso, Nuria García hace especial hincapié en que no se trata de hacer una de las llamadas dietas detox a base únicamente de comer alcachofa, sino de “seguir una dieta equilibrada y variada, donde haya hueco para esta verdura”, concluye ella misma.