Las alcachofas también se comen crudas
Hervida, asada, frita, en conserva, congelada… Se nos ocurren mil platos para elaborar con alcachofas en todas esas variantes pero nos olvidamos de una. La alcahofa fresca también se puede comer. Sí, sí, ya sabemos que no es habitual comer alcachofas crudas y que, incluso, habrá gente que afirme rotundamente que no es posible.
Para asegurarnos de que la propuesta es adecuada, hemos hablado con Laura Jorge, nutricionista, quien nos confirma que «sí se pueden comer las alcachofas crudas. Para ello las ideales son las más pequeñas y tiernas». Laura asegura que no hay motivo para pensar que comer alcachofas crudas pueda generar problemas digestivos. «Por lo que sé y veo en la consulta, los alimentos crudos son un poco más indigestos que los cocinados pero no hay ningún estudio que demuestre que las alcachofas crudas puedan generar más gases que las cocinadas. Siempre hablado de personas sanas que no tengan ningún problema de estómago o intestino».
Una vez que estamos seguros de lo saludable que es comer alcachofas crudas, vamos con las propuestas:
.- Carpaccio de alcachofas de la mano de los Hermanos Torres. Su receta incluye vídeo para que nadie pierda ninguno de los pasos de esta elaboración.
.- Ensalada de alcachofas crudas y virutas de Parmigiano. Porque el queso es un acompañante ideal de esta verdura y ambos sabores harán delicias en tu boca.
.- Alcachofas crudas con jamón. Otra opción de proteína para incorporar a un plato de nuestra verdura favorita, sazonado con aceite de oliva virgen y poco más. Delicioso.
.- Salmón con alcachofas crudas. Ambos colores son una sorpresa tanto para los ojos como para el paladar. Una combinación perfecta.
Y así hemos descubierto otra manera de acercarnos a la alcachofa para variar en nuestros platos y explorar nuevas líneas gastronómicas que nos ayudan a disfrutar de todos los beneficios de esta verdura.