“La cocina es algo mágico”

Gorka Barredo (Vitoria, 1986) es un cocinero que jamás trabajó en la cocina de un restaurante. “Es una espinita que tengo clavada”, reconoce. Tampoco cursó una formación reglada porque nunca le admitieron en una escuela de cocina y eso que lo intentó sin desmayo. Por consejo de un amigo abrió una web cocinacaserayfacil.net con el objetivo de incluirla en su curriculum y que le abriera las puertas de algún negocio. Lo que se encontró es que ese salto le abrió su propio negocio. También sus canales en redes sociales. En YouTube le siguen más de 3,7 millones de personas de todo el mundo; en Facebook más de 9 millones y en Instagram más de 170.000 personas. Atrás dejó trabajos de peón de fábrica, de encuadernador de libros, de cartero, de reponedor en supermercados… Ahora cocina todos los días y sus platos llegan a todo el planeta. En esta entrevista conocemos un poco su peculiar historia.

 

¿Cuándo nace tu afición por el mundo de la cocina y la gastronomía?

Bastante tarde, la verdad, bien entrado en la veintena de años. Todo empieza cuando me emancipo de mis padres. Al principio comía muy mal. Más que comer puedo decir que sobrevivía y como no me alimentaba bien engordé mucho. Así que poco a poco empecé a cocinar consultándole a mí madre alguno de sus platos, leía libros y entraba en Internet para ver recetas. ¿Quién me iba a decir que luego iba a ser yo quien las subiría? Recuerdo que me gustaba mucho la cuenta de YouTube de El Cocinero Fiel porque publicaba cosas que requerían cierta elaboración pero sin lugar a dudas mi mejor maestra es mi madre.

 

¿Cuándo abriste cocinacaserayfacil.net y qué te empujó a dar ese paso?

La web la abrí en 2014 cuando tenía 28 años. Fue un amigo, Juan Pablo, de Venta de Baños, el que me aconsejó que la abriera para poder incluirla en mi curriculum. Yo no tenía ningún tipo de formación reglada en materia de cocina pero quería entrar a trabajar como cocinero. Sin formación y sin experiencia fue imposible. Igual que acceder a los estudios que ofertaban en institutos de cocina de Palencia, donde residía entonces, de Cantabria, Asturias y Vitoria. Durante tres años intenté entrar pero siempre sin éxito así que acabé por desistir.

 

No te gusta que te llamen ni youtuber (pese a que tu canal cuenta con más de 3,7 millones de suscriptores), ni instagramer (tienes más de 171.000 seguidores) ni blogger, te autodefines como cocinero. ¿Por qué huyes de esos calificativos?

Así es. Me identifico más como cocinero o cocinillas. No me gusta que me encasillen y si dices youtuber quien más y quien menos piensa en vídeo juegos o frikis, con todos mis respetos para todo el mundo. Es verdad que alguien que no ha trabajado nunca en un restaurante quizás pueda ser un osado llamarse así mismo cocinero pero me gustaría. Es mi espina clavada, me gustaría probar. Veo la cocina como algo místico. Gente que entra en una cocina a crear sus platos. Es algo mágico, al menos, para mí.

 

En 2018 abriste tu propia productora para elaborar los vídeos de las recetas que luego compartes en Internet. ¿Qué supuso ese cambio?

Queríamos hacer unos vídeos más profesionales y optamos por crear una sociedad. Ahora la productora existe pero la gente que trabajaba en ella ya no está. Llegamos a ser cinco personas; hoy por hoy somos Verónica y yo.

 

Colaboras en Radio Euskadi. ¿En qué consisten esas colaboraciones?

Es una de las cosas más bonitas que me han podido pasar. Desde aquí quiero agradecer la oportunidad a Iñigo Lejarza y a Miriam Duque. El programa es en directo y yo colaboro todos los martes cada dos semanas. Cada día es un nuevo aprendizaje. La verdad es que es un placer.

 

Has publicado dos libros de recetas de cocina ‘¡Que viva la cocina!’ y ‘¡Que viva la cocina 2!’. ¿Qué tal han ido?

El primer se editó en 2019 y funcionó muy bien. Recuerdo que la primera edición se agotó en apenas un mes y ya van por diez ediciones. Fue toda una sorpresa. El segundo ya ha tenido una acogida más normal. Va por la tercera edición que es un poco lo que esperaba con el primero.

 

Has participado en diferentes concursos de cocina (en 2014 ganó uno convocado por Canal Cocina) pero defiendes que la comida y la cocina están para disfrutar, no para competir. ¿Qué opinión te merecen programas como Master Chef?

No los veo, no me gustan y eso que hay cocineros maravillosos como Jordi Cruz. En ese tipo de programas la cocina pasa a un segundo plano, prima el entretenimiento pero ese tipo de entretenimiento a mí, personalmente, no me atrae. Entiendo la cocina como algo para disfrutar y ahí ves que los concursantes sufren. En ocasiones incluso llega a ser una especie de tortura.

 

En tu web así como en tu canal de YouTube se pueden consultar cientos de recetas de cocina. ¿Cuáles tienen más éxito?

Todo lo que sea comercial funciona muy bien, es decir, todo lo que sea conocido por la inmensa mayoría. Por ejemplo, una receta de una pizza funciona muy bien; una de pescado, no. Hay que tener en cuenta que tengo seguidores de América Latina, de Estados Unidos, del norte de África, de Asia… Si todos conocen el producto, entonces funciona bien aunque es cierto que es difícil que algo no funcione nada. Me viene ahora a la memoria la receta de albóndigas de pollo al curry que es un exitazo.

 

¿Dónde te inspiras para elaborar los platos que luego compartes?

Libros, internet… es una mezcla de todo con mi toque particular. Es lo que más me gusta de esto, la vena creativa. Si veo que muchos seguidores me piden una receta en concreto entonces la preparamos. Hace poco mi madre me pidió que elaborara unas carrilleras y, claro, las preparé.

 

¿Tienes algún plato favorito?

Un plato que elabora mi madre: pollo asado con guarnición. Lo que me vuelve loco es la guarnición. Son unas patatas asadas rellenas de mantequilla gratinadas al horno. Son un manjar. Tienes que probarlas.

 

¿Y cocinero o cocinera?

Sí, muchísimos y muchos son anónimos. Si tengo que citar a tres conocidos por todos me quedo con Karlos Arguiñano que hace fácil lo difícil. Es mi referente. Yo intento hacer algo parecido. También Martín Berasategui por sus conocimientos culinarios. Es capaz de explicarte una receta con una ecuación matemática. Y luego Alberto Chicote a quien conozco desde antes de que adquiriera fama por sus apariciones en televisión. De él me gusta su pasión por la cocina.

 

¿Qué ingredientes nunca faltan en tu despensa?

¡Muchos! Si hablamos de ingredientes secos nunca faltan pasta, arroz, legumbres, pan rallado, harina… También ingredientes básicos y baratos como las patatas, los huevos y la leche. Siempre tengo carne y pescado y también botes de conserva de atún, pimientos, alcachofas… que te permiten preparar comidas o cenas saludables y rápidas.

 

¿Dónde sueles realizar la compra?

Ahora vivo a diez minutos en coche de Vitoria y tengo un Carrefour al lado así que voy allí por comodidad. Antes, cuando vivía en Vitoria, sí iba a comprar frutas a la frutería, pescado a la pescadería y carne a la Carnicería Conchi. Cuando necesito algún ingrediente difícil de encontrar para elaborar los platos que luego subimos a YouTube también tengo algunos proveedores de Internet.

 

¿Cocinas todos los días?

Claro. Todos los días. Hay veces que me satura cocinar delante de las cámaras, los focos… pero si cocino para mi familia o para mis amigos me relaja. Es curioso.

 

¿Qué opinión te merecen las alcachofas?

Pues son un poco como el pescado, de pequeño no me gustaban. Ahora que he aprendido a manipularlas cada vez me gustan más.

 

¿Algún plato con ellas como protagonistas?

Las alcachofas con jamón. Son todo un clásico y la cocina tradicional, para mí, es la mejor. Pero con alcachofas tengo muchos platos que me encantan. En risottos, en arroces, rellenas, con fabes y almejas… Se pueden preparar de infinidad de maneras. Son una delicia.

 

Muchas gracias por tu tiempo.

A vosotros. Ha sido un placer compartir este rato hablando de cocina.

 

Entrevista realizada por teléfono. Desde la asociación sin ánimo de lucro Alcachofa de España agradecemos a Gorka y a Verónica la atención prestada. La fotografía que ilustra el artículo ha sido facilitada para esta ocasión por el entrevistado.