La alcachofa, gran aliada de belleza
La propia naturaleza es en muchas ocasiones una enorme despensa que ofrece los mejores aliados para cuidar la línea. Uno de los productos que encaja a la perfección en este sentido es la alcachofa, cuyo cultivo abunda especialmente en la zona mediterránea. ¿Estás en plena operación bikini? No dudes en incluirla en tu menú. Te contamos por qué.
Para empezar, es baja en calorías, lo que la hace especialmente atractiva para dietas de adelgazamiento, pues “favorece la digestión de las grasas”, tal y como lo confirma en su página web la nutricionista Patricia Restrepo, directora del Instituto Macrobiótico de España.
Pero las virtudes de esta hortaliza no terminan ahí ni mucho menos. La alcachofa es una buena fuente de fibra y destaca por ser digestiva. Ingerirla nos hace sentir saciados y aligera el tránsito intestinal, combatiendo así el estreñimiento -incluso a modo preventivo- y actuando como un laxante suave. No podemos pasar por alto otra de sus importantes propiedades, como es la depurativa. Esta característica diurética la hace altamente indicada para personas que padecen retención de líquidos. El chef Karlos Arguiñano recomienda tomar el caldo de las alcachofas a media mañana y a media tarde para evitar dicha retención de líquidos.
Esta planta es un todoterreno en clave de belleza saludable, pues también contiene ácido fólico, Vitamina C y, por si fuera poco, presenta altos niveles de antioxidantes. Esto se traduce en que la alcachofa tiene capacidad suficiente para atacar los dañinos radicales libres, que provocan el envejecimiento de la piel.
Además, los extractos de los tejidos finos de la alcachofa “se utilizan en cosmética como ingrediente de los tónicos o lociones ligeramente astringentes útiles para limpiar y refrescar el cutis o para vigorizar el cabello”, según se señala en el portal de Restrepo.
Motivos hay (¡de sobra!) para hacerle un hueco a esta rica verdura en nuestras cocinas.