Cómo cocinar alcachofas sin necesidad de pelarlas previamente

Hay quienes renuncian a disfrutar del sabor de las alcachofas frescas debido a que consideran tedioso la labor previa de pelarlas aunque como dice el refranero español, el que algo quiere, algo le cuesta. En este vídeo explicamos cómo llevar a cabo ese proceso de manera rápida y sencilla pero si aún así alguien sigue sin animarse tiene una alternativa muy simple: cocinarlas directamente sin pelarlas.

La principal ventaja de cocinar alcachofas tal y como las compramos en la tienda o supermercado es que sus hojas se vuelven mucho más tiernas, facilitando y agilizando la tarea a la hora de retirar las hojas exteriores. Además, tal y como explica Liliana Fuchs, de ‘Directo al paladar’: “nos ahorra tener que preparar el típico baño con limón y perejil para evitar que se oxiden”.

 

Otro de los beneficios de cocinar alcachofas sin pelarlas previamente es que aprovechamos al máximo la verdura de moda ya que es habitual que retiremos más hojas de las que deberíamos o pelamos en exceso el tallo cuando las preparamos en crudo. “Una vez cocinada, la alcachofa se vuelve muy tierna por dentro mostrando fácilmente las hojas duras que sobran y que se pueden retirar sin apenas resistencia”.

 

Pero, ¿cómo se cocinan alcachofas sin pelar? Nos vamos a quedar con tres maneras: cocinadas en agua o al vapor, asadas al horno o en el microondas.

 

Alcachofas cocidas en agua o vapor

Emplea una olla o cazuela grande para que quepan todas las alcachofas en una sola capa. Echa suficiente agua para que las cubra por completo y enciende el fuego. Cuando el agua esté a punto de entrar en ebullición añade las alcachofas, con sal o sin sal. Para evitar que floten lo ideal es poner encima algo de peso que las sumerja, ya sea la tapa de la olla, una rejilla o cualquier otro instrumento de cocina. Se cuecen con la olla tapada unos 15 o 20 minutos desde que el agua empieza a hervir. Para comprobar el punto basta con pincharlas con un cuchillo y si entra y sale con facilidad es que están listas para consumir.

 

Antes de pelarlas es aconsejable dejarlas boca abajo sobre papel de cocina para que escurran bien toda el agua. Cuando enfríen se podrán retirar las hojas exteriores hasta llegar al corazón. Aprovechad el tallo. Cocido es una delicia.

 

Alcachofas asadas al horno

Con esta técnica obtendrás unas alcachofas con un sabor más concentrado y una textura algo más crujiente. Precalienta el horno a unos 180 grados y coloca las alcachofas en una bandeja o fuente refractaria. Introdúcelas en el horno y pasados 20 o 30 minutos dales la vuelta con unas pinzas de cocina para que se hagan homogéneamente. A partir de los 45 minutos estarán listas aunque el tiempo dependerá del tamaño de las alcachofas.

 

Alcachofas en el microondas

Si lo que buscas es rapidez, este es tu método aunque solo te servirá si vas a preparar pocas ya que las dimensiones de los microondas impiden hacer muchas a la vez. Coloca las alcachofas en un plato y tápalas. Enciende el microondas a máxima potencia durante 10 minutos. Hay quienes apuestan por hacerlas 5 minutos, voltearlas, y programar nuevamente otros 5 minutos. Es cuestión de gustos y da dar con el punto deseado. En esta entrevista, Belén Otero, editora de la web ‘Cocinar para dos’, lo resume muy bien: “Preparo las alcachofas en el microondas y salen espectaculares”.

 

¿Y tú? ¿Cómo preparas las alcachofas en casa?

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