beber alcohol

8 razones para no beber alcohol

Beber alcohol es una de las actividades que más repetimos los españoles cada semana. De hecho, cuatro de cada cinco personas han tomado algo en el último año. Normalmente como acompañamiento en un momento en el que socializamos con amigos o con familia en nuestro tiempo libre o en casa para acompañar alguna comida principal del día.

 

Cuando se hace de manera baja o moderada no supone un peligro para nuestra salud. Incluso, en el caso del vino, si tomamos muy poco al día, puede ser beneficioso para nuestra salud, ya que ayuda a reducir la incidencia de algunos cánceres, el riesgo de accidente cardiovascular, el colesterol malo y la mortalidad sin causa aparente, gracias a los antioxidantes y a los polifenoles que contiene.

 

Pero cuando el consumo es continuado y elevado los daños pueden ser muy peligrosos. Por ello os vamos a dar 8 razones para no beber alcohol:

 

    • Evitas daños en el cerebro. A largo plazo este compuesto puede producir una mayor reducción de la sustancia gris cerebral, el síndrome de Wenicke y evolucionar en el de Korsakoff, caracterizado por un daño aún mayo en la memoria y en la capacidad de aprender cosas nuevas.

 

    • Reduces las posibilidades de tener cáncer. Puede conducirte a padecer cáncer de esófago, mama, colon, boca e hígado.

 

    • Previenes futuros daños en el hígado y en los riñones. Enfermedades como la cirrosis alcohólica o la fibrosis hepática pueden ser consecuencia de su consumo.

 

    • Tienes una mejor salud cardiovascular. Fuera del consumo mínimo de vino, las bebidas alcohólicas pueden provocar un aumento del perjuicio sobre el corazón en forma de hipertensión, ataques, accidentes cardiovasculares, etc.

 

    • Tienes una mejor salud gástrica. A largo plazo el alcohol puede llevarnos a padecer úlceras, hígado graso, pancreatitis y gastritis, además de los vómitos y reflujos que puede provocar como efectos secundarios durante o en las siguientes horas al consumo.

 

    • Agudizas tus sentidos. Si eres bebedor habitual y dejas de tomar, tus sentidos del gusto y del olfato se agudizan y tu piel tendrá mejor aspecto.

 

    • Optimizas tu estado de ánimo. En el mismo caso anterior, evitarás depresiones producidas por la bajada de ánimo que provoca el alcohol pasadas unas horas, a pesar de que durante su consumo te estimula a modo de cortina de humo.

 

  • Mejoras tu olor corporal. Las personas que beben habitualmente desprenden por los poros una ‘fragancia alcohólica’ difícil de eliminar.