Diez platos con alcachofa y estrella

Nuestra verdura por excelencia ha formado parte de muchas de las creaciones que han sido reconocidas con la distinción “de la buena mesa” que la Guía Michelín concede año tras año desde 1926. Como no podía ser de otra forma, los chefs más reconocidos de España no son indiferentes a las posibilidades que este producto ofrece en la cocina. Y para comprobarlo no hay que irse ni muy lejos ni remontarse muy atrás en el tiempo: varios de los establecimientos reconocidos en la edición de 2015 incluyen alcachofas en sus propuestas. Para muestra, la siguiente selección:

• Entre los entrantes de la carta diaria de Restaurante Casa Manolo en Daimús (Valencia): ensalada de trufa con alcachofa macerada, raïm de pastor y vinagreta de piñones.
• Uno de los platos del Menú para degustar de Restaurante Rodero en Pamplona (Navarra): hongos, alcachofas, huevos de codorniz y serrín de hígado de pato.
• Otro entrante, en este caso de Cal Paradís en Vall d’Alba (Castellón): calamarcitos, alcachofas y pelota a la antigua.
• Opción para empezar en La Finca de Elche (Alicante): alcachofa rellena de cebolla y gamba roja con mayonesa de ajo.
• Entre las carnes de la carta de Santceloni en Madrid: molleja de ternera con alcachofa, avellana y ajo negro.
• Una de las entradas de la carta de Silabario en Tui (Pontevedra): alcachofas a la parrilla, sopa de almejas y sal de ibérico.
• En el Menú Saber de L’Escaleta en Concentaina (Alicante): humus de alcachofa, piñones y aceite de regaliz.
• Entre la selección de platos de Nectari en Barcelona: calamar a la plancha con alcachofas confitadas con miel, rossinyols y su salsa.
• En la carta de Tierra en Torrico (Toledo): pulpitos, alcachofas y cebollitas aliñados con vinagre de Módena.
• El entrante del Menú gourmand tradicional de Hospedería El Batán en Tramacastilla (Teruel): foie micuit sobre lecho de alcachofa salteada con jamón ibérico de bellota y frutas confitadas.

¿Qué sugerencia os atrae más? ¿Habéis probado alguna diferente en otro restaurante con estrella? Somos todo oídos… y paladar, claro.