“La alcachofa resulta mucho en Instagram: desde una crema a chips con foie”
Fue y es diseñador antes que cocinero. Lluís de Miguel es empresario de la comunicación, activista en redes sociales, un hiperactivo enamorado de la vida y un reconocido foodie. Ha convertido la marca Sabor especiado en una referencia. “Es un proyecto muy personal”, admite. Con ese paraguas como cobertura lo mismo diseña una carta de un restaurante que resuelve su interiorismo o participa en un evento gastronómico. Desde La Bisbal de l’Empordà, en Girona, irradia su oficio y difunde sus creaciones culinarias, en las que la cocina saludable tiene lugar preminente. Y la alcachofa es una de las reinas.
¿Cómo vive la expansión del fenómeno foodie usted que está en Instagram desde el principio?
De formación soy diseñador y me metí en la cocina por Instagram. Cuando entré en esta red nadie la conocía. Lo que iba cocinando en el día a día lo iba colgando. Veía que a la gente le iba gustando. Yo me dedico también al marketing digital y servicios de comunicación para las empresas. Vi que cada día ganaba presencia la gastronomía y desde hace dos o tres años Instagram se ha posicionado claramente como la red foodie.
¿Hay una burbuja en este tema?
Hay gente que se hace pasar por foodie. Tengo compañeros con perfiles muy conocidos que tenían estudios de belleza y esteticién o trabajaban en una oficina, pidieron una excedencia y ahora están todo el día centrados en eso y viven de ello.
¿Cómo se pilla a un impostor que no da la talla como comidista?
Yo lo detecto rápidamente. Veo perfiles, miro los seguidores que tiene, los likes… Muchos tienen seguidores que son argentinos o brasileños, un público muy respetable pero que aquí no tiene relevancia. Suelen comprar seguidores.
¿Qué hace falta para vivir de ser foodie?
Demostrar a las empresas y marcas que tienes seguidores y que esos seguidores son activos, lo que se ha de traducir en likes y comentarios.
¿Y eso es fácil, cuál es la clave?
Pues tener mucha constancia y disponibilidad e ir creciendo poco a poco. Yo empecé con dos o tres invitaciones a la semana de gente de Barcelona que me ofrecía ir a Barcelona a comer o cenar, participar en eventos. Hay agencias de comunicación especializadas en esto. Buscan restaurantes u hoteles, presentaciones de nuevos menús, eventos.… Yo llegué prácticamente a 16.000 seguidores. Pero, claro, tenia que dejar de trabajar, volvía de madrugada, y ya no me compensaba. Al rechazar invitaciones, las agencias te borran y, claro, no es fácil seguir ganando seguidores.
¿Utiliza la alcachofa para sus platos y creaciones?
Sí, claro, cocino alcachofa. Una crema de alcachofa, por ejemplo, está muy bien. Además lo cuelgas como dieta sana y equilibrada. Otra opción que me encanta son unos chips, crujientes, de alcachofa con foie. Lo puedes colgar en Instagram como producto elaborado, es una delicatessen. Cortas las alcachofas como un carpaccio, de unos 3 milímetros, después hay que enharinarlas y freirlas con aceite muy caliente para que queden crujientes. Es fantástico. Hacemos desde platos saludables a otros más elaborados.