“No concibo un arroz en paella sin alcachofas”
La periodista Concha Crespo (@conchacrespo) ha sido reportera gastronómica en televisión durante 20 años, los mismos que lleva fuera de València, a pesar de que guarda en el corazón la cocina de su tierra. Sobre todo, la paella con alcachofa. Crespo se ha convertido en una de las figuras más influyentes del periodismo sobre fogones y restauración gourmet, en los que considera que hace algunos años que ha entrado la alimentación saludable con intención de quedarse.
¿Qué importancia ha tenido la gastronomía en tu vida?
No entendería mi vida sin la gastronomía. He tenido la fortuna de poder vivir de lo que para tantos es una afición. A estas alturas de mi trayectoria vital sigue siendo la estrella que me guía. Disfruto cocinando y viendo cocinar, viajando para seguir su evolución y para confirmar que la tradición es igual de apasionante. Poder contarlo sigo viviéndolo como un privilegio.
Completa la frase: «la gastronomía, a veces, solo es una excusa para…».
Ser feliz: A veces un rato; otras todo el día. Para organizar un viaje, una reunión de amigos o de negocios, etc.
¿Cuáles son las claves para realizar periodismo gastronómico de calidad?
Que te guste y que lo quieras compartir. Que te documentes, que pruebes mucho, que te actualices en los innumerables congresos que se celebran a propósito de la cocina, de la sala, del producto, etc. Y en televisión, que además te quiera la cámara porque no te imponga y que cuentes con un equipo que sienta la misma pasión y el mismo respeto.
¿De qué manera asesoras a las empresas del sector gastronómico? ¿Qué echas en falta en la mayoría de ellas a nivel comunicativo?
Mi agenda después de 20 años es sabrosa y copiosa. Me encanta conectar gente y compartir con mis seguidores y mis colegas. Igual convoco a los medios de comunicación para presentarles un producto o un restaurante que desmonto y remonto estrategias, establecimientos, etc. Presento innumerables actos organizados por la Federación de Cocineros y Reposteros de España (Facyre) y la Asociación de Coniceros y Reposteros de Madrid (Acyre), por ejemplo. Soy embajadora de productos como Ibéricos Fisan, Almazaras de la Subbética o Ahumados Domínguez, acercándolos a la alta cocina. Echo en falta el «saber hacer» y el conocimiento de los mensajes, los medios y los receptores adecuados.
¿Crees que las redes sociales están teniendo una presencia importante para que la sociedad conozca de cerca la cocina y cada uno de sus secretos?
Creo que todavía queda mucho recorrido para rentabilizar las redes como soporte fundamental de divulgación gastronómica.
¿Y para animar a la gente a que cocine de manera sencilla y rápida?
Sí, en cuanto a divulgar recetarios las redes están siendo decisivas ya.
¿La cocina de qué ciudad española destacas?
La valenciana porque, habiendo vivido en València hasta los 30 años, 20 años después siguen sorprendiéndome los hallazgos y las transformaciones de cocineros, productores y sumilleres.
¿Qué valoras de un buen restaurante, su servicio y su cocina?
Un buen restaurante para mí es el que proporciona felicidad -desconexión/conexión- desde que haces la reserva, aparcas y te reciben hasta que te despides llena de gratitud hacia todo el equipo de sala y de cocina, con buen sabor de boca y de espíritu. Habiendo disfrutado de la sobremesa y deseando volver y contarlo.
¿La alimentación saludable tiene cabida en la cocina gourmet?
La cocina gourmet es saludable por definición. Y, además, tiene la responsabilidad de serlo cada vez más. Ahora también la alta cocina debe ocuparse de ser sostenible, más humana y solidaria.
¿Te gusta la alcachofa?
Es un producto que en temporada me encanta comprar. Entre otras elaboraciones destaco los chips, que no llegan a la mesa si mis hijos entran en la cocina
¿Qué destacas de ella?
Lo hipocalórica que es a pesar de su poder saciante. Como plato o como guarnición son muy versátiles. La menestra con alcachofas de mi tierra es insuperable (entre risas). Pero los corazones hervidos con un chorro de buen aceite y escamas de sal también están muy ricos. No concibo un arroz en paella sin alcachofas.