Francisco Gómez Serrata Gold, un AOVE con notas de alcachofa
El aceite de oliva está indudablemente asociado a lo tradicional, a lo conocido, a recetas que bucean en la memoria de nuestra tierra. Parece que el aceite de oliva no puede ir más lejos de lo que ya es, pero la cocina es evolución y sorpresa, y el aceite, elemento esencial en nuestra dieta, tiene mucho potencial para lograr esa impresión mediante matices poco corrientes.
Un ejemplo claro es el AOVE con notas de alcachofa elaborado por la bodega Francisco Gómez, un aceite de nombre ‘Francisco Gómez Serrata Gold’ que está 100% hecho con aceitunas arbequina, una variedad pequeña que ocupa gran parte de las 300 hectáreas de olivos que cubren la finca de la empresa.
Este aceite afrutado verde presenta notas de alcachofas, almendras verdes y recuerdos a hierbas aromáticas. En boca es ligeramente amargo y al final aporta un picante de intensidad media. Es decir, el aceite no se agota en el aroma típico de la aceituna, sino que añade matices interesantes como el de la alcachofa.
Pero, ¿de dónde proviene esta producción? ¿Cuál es el origen de la bodega? Según indican desde la propia empresa, Francisco Gómez recogió el testigo de la antigua “Serrata”: una finca del s. XVIII ubicada en Villena en la que hace cientos de años ya se tiene constancia de que se elaboraba vino y aceite.
Así, las bodegas de Fc. Gómez se ubicaron en estos límites para continuar con un legado ancestral, perfeccionando su cultivo con la introducción de nuevas técnicas y tecnologías en los diferentes procesos que de una agricultura respetuosa con la tierra.
A consecuencia de ese respeto, cabe señalar que toda la producción de la bodega y almazara se desarrolla en un marco biosostenible, conforme a las reglas de la agricultura ecológica y biodinámica; hecho que certifica el aceite como ecológico y vegano.
Un auténtico manjar, comprometido con la tierra que lo acoge y original para los paladares que quieren probar un aceite con toques de la siempre interesante alcachofa.