Alcachofas según las zonas de producción
El mayor reto al que tienen que enfrentarse los agricultores que se dedican al cultivo de la alcachofa, año tras año, es a encontrar una variedad que satisfaga por partes iguales a la industria y al mercado fresco. Muchos se encuentran con este dilema en algún momento, porque si se cosecha para fresco, se consigue una menor cantidad de cabezuelas, porque va haciendo crecer el producto, y retrasando la producción de otras cabezuelas. Pero ya sea en un mercado o en otro, lo cierto es que todos los agricultores persiguen el mismo fin, aumentar las toneladas de alcachofas por hectáreas y que éstas sean bien recibidas por el consumidor.
Al contrario que el mercado de los frescos, que su mayor interés reside en demandar cabezuelas de mayor calibre, porque a la agroindustria le interesan las alcachofas de un tamaño compacto y fácil de procesar. Es por ello que, en base a estos factores que influyen de manera decisiva, al igual que lo hacen las zonas de producción, se cultivan algunas variedades de alcachofa, que se han adaptado favorablemente al clima de las distintas regiones.
Tal es su importancia y su presencia en nuestro país, que España produjo en 2015 un total de 204.111 toneladas en una superficie de 15.002 hectáreas, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, por lo que el sector continúa siendo uno de los grandes proveedores de esta verdura, junto a Italia, en todo el mundo. Así pues, España se mantiene como principal exportador de alcachofa, principalmente a Francia, Alemania e Italia, con más de 12.000 toneladas de producto fresco.