“Detrás de cualquier experiencia gastronómica debe quedar en el recuerdo el alma del lugar”
Tal vez no conozcáis a Pau López por su nombre de pila, pero sí por FactorGastronòmic (@factorgastronomic), el blog con el que transmite su pasión culinaria y un recetario propio con platos autóctonos y tradicionales catalanes (principalmente), prácticos y útiles. Una afición que completa con una dilatada experiencia en comer en restaurantes de toda índole. Además, tanto dentro como fuera de su cocina, gusta de disfrutar de platos con alcachofa, que combina con almejas y arroces.
¿Qué te aporta la cocina?
La cocina para mí es un espacio de autorrealización personal en el cual puedo desconectar de mi entorno, relajarme y expresarme. Un lugar donde no dejo nunca de aprender y puedo sentir más de cerca el campo y la naturaleza, a través de los ingredientes que selecciono cuidadosamente para la elaboración de las recetas.
¿Cuáles eran tus platos estrella cuando cocinabas “por necesidad” en tu adolescencia?
La cocina de mi adolescencia era realmente muy básica comparada con los platos que cocino actualmente. Sobre todo se centraba en platos de pasta acompañados de salsas caseras (de tomate, queso o carbonara). Un plato que recuerdo especialmente de esa época era el lomo a la mostaza.
¿Cuál ha sido la evolución de tu estilo desde esa época hasta ahora, cuando cocinas por tu placer y el de los demás?
Mi cocina y mi pasión por la gastronomía se han ido dirigiendo con el tiempo hacia la búsqueda de lo esencial y de lo primario: los sabores de toda la vida, las técnicas culinarias básicas y los productos que destacan por su singularidad y su calidad. A medida que ha ido pasando el tiempo, cada vez me he preocupado más del origen de los productos, cómo se han cultivado, criado o elaborado, y del uso de técnicas culinarias respetuosas con los sabores originales de los productos. Un tipo de cocina que ya se usaba antaño, seguramente porque era como se había hecho toda la vida y probablemente sin ser conscientes de ello, que hoy toma más valor que nunca al habernos alejado tanto, y en tan poco tiempo, de esos sabores primarios.
¿Cuál es hoy tu estilo a la hora de cocinar y qué tipo de platos contiene tu recetario?
Mi cocina es esencialmente tradicional. Platos de toda la vida de la cocina catalana, otras partes de España y, en menor medida, de otros países. Uso técnicas culinarias elementales como los buenos sofritos, fondos, guisos, estofados o asados e intento preservar todas esas recetas que forman parte de nuestra cultura y del ADN gastronómico, incorporando aquellas que me gustan más de otros países, como la pasta y la pizza italianas, por ejemplo.
¿Qué han supuesto las redes sociales y la blogosfera para hacer llegar a la gente cocina de todo tipo, desde platos fáciles y rápidos de preparar hasta otros más elaborados y también muy ricos?
Internet ha sido esencial para compartir todas estas recetas, de forma desinteresada, con el resto de personas. Y las redes sociales, especialmente Instagram, han servido de plataforma para dar a conocer todo este trabajo que hay detrás del blog y las horas pasadas en los fogones.
En tu amplio bagaje de experiencias gastronómicas, ¿cómo debe ser el menú que te sirvan en un restaurante para que te sorprenda a la par que te enamore y regale tu estómago?
Para que una experiencia gastronómica sea completa debe cumplir cuatro requisitos: excelente producto y técnica, servicio atento y amable, local confortable y, por encima de todo, alma. Detrás de cualquier experiencia gastronómica nos debe quedar en el fondo de nuestros recuerdos el alma del lugar, algo intangible que se tiene o no se tiene y que suele ser la suma de las tres características anteriores (producto, servicio y local) más algo inmaterial difícil de describir. Si eso no se produce, la experiencia no habrá sido completa. En cuanto a la propuesta gastronómica, y siendo conscientes de lo que cuesta sorprender hoy a los comensales, lo importante es que sea elaborada con producto de muy buena calidad, con técnicas culinarias muy respetuosas con el sabor y textura del producto y bien equilibrada, tanto en cantidad como en sabores, texturas y contrastes. Una oferta gastronómica así presentada y con alma enamoraría a cualquiera.
¿Sueles consumir alcachofa? ¿Algún plato que nos puedas recomendar con esta verdura?
La alcachofa me gusta especialmente a la brasa, ligeramente condimentada con una vinagreta, o al horno. También suelo utilizarla con cualquier tipo de arroz que lleve carne: por ejemplo, arroz con costilla de cerdo y salchicha, arroz con conejo o arroz de montaña. Y me encanta un buen guiso de alcachofa con almejas.