Cinco cosas que no sabes sobre las alcachofas
Seguro que recuerdas estas cinco curiosidades que ya te contamos sobre la alcachofa. Hoy destacamos otros cinco datos que habitualmente no se conocen sobre esta verdura y que provocan un mayor interés en ella:
1.- Cómo saber si la alcachofa está fresca. Es algo que nos preocupa cuando acudimos a comprarlas. A la hora de escoger nuestras alcachofas, siempre queremos que sean lo más bonitas posible. Buscamos las que más compactas estén, las que tengan las hojas bien formadas y que luzcan un color verde claro. Sin embargo, el aspecto poco importa si queremos encontrar una alcachofa lista para consumir. El truco está en comprobar su frescura apretando la alcachofa cerca del oído, si escuchamos un crujido es que todavía está fresca, además de por su color vivo y su tersura.
2.- Sí, es una verdura con origen árabe. Todo apunta a que el origen de la alcachofa es Egipto. Se piensa que fue en la Edad Media cuando los horticultores fueron transformando su cultivo de cardos hasta conseguir la alcachofa. Desde el norte de África llegó a los griegos y a los romanos. A través de Italia la alcachofa aterrizó en Francia, donde Luis XVI se aficionó a ellas y las popularizó.
3.- La alcachofa también ha cruzado el charco. California es el estado donde se cultiva casi el 100% de la producción de alcachofas en Estados Unidos. Esta verdura comenzó su andadura en América a través de colonos españoles y franceses del siglo XV. En California hasta se considera un ejemplo de planta invasora por la extensa presencia de la alcachofa.
4.- « A mí las alcachofas se me ponen negras ». Mucha gente desconoce que la oxidación de la alcachofa es lo que produce el color negruzo al limpiarlas y evitan cocinarlas por ese motivo. Para evitar la oxidación de las alcachofas hay un truco muy sencillo: tras limpiarlas (¿cómo se hace?), introducirlas en agua que tenga zumo de limón y/o ramas de perejil. Y la apariencia envejecida ya no será un problema.
5.- Alcachofa todo el año. Seguro que algún familiar o amigo te ha comentado alguna vez, durante el invierno, que hay que comer alcachofas porque es su mejor época. Eso ya pasó a la historia porque contamos con alcachofa fresca de calidad, producida en España, durante todo el año. De hecho, ahora en verano es el mejor momento de la variedad imperial, cultivada y recogida en Granada.