tejido materno

“El consumo de alcachofas contribuye al crecimiento del tejido materno”

Conchi García (@mama_y_nutricionista) es nutricionista especializada en alimentación pediátrica y asesora de lactancia materna. Cuando tuvo a su primera hija se dio cuenta de la poca información que había sobre la lactancia y lo difícil que era para una madre primeriza afrontarla con éxito. Fue entonces cuando decidió especializarse y ayudar a otras madres. Hemos charlado con ella sobre cómo influye la alimentación a la hora de conseguir concebir un niño o qué alimentos no pueden faltar en la lista de la compra, como la alcachofa, la cual contribuye al crecimiento del tejido materno, entre otras funciones vitales para el embarazo.

 

En la lista de la compra, ¿qué no puede faltar para la buena nutrición del pequeño? ¿Y en adultos?

Tanto para los más pequeños como para los adultos la base de alimentación debe ser la misma: frutas, verduras, hortalizas, cereales integrales y legumbres.

 

¿En qué tenemos que fijarnos en las etiquetas a la hora de comprar algún producto en supermercados? ¿Qué debemos evitar/intentar que contenga?

La base de nuestra alimentación debe ser alimentos naturales sin procesar, y a la hora de comprar productos procesados es interesante leer antes la etiqueta y fijarnos en el listado de componentes. Debemos procurar contengan el mínimo número de ingredientes, evitando aquellos que contengan azúcar (sacarosa, dextrosa, siropes,…), un exceso de sal, potenciadores del sabor como el glutamato monosódico E621, colorantes perjudiciales como la tartracina E102 o carmín 6B E180, aceites refinados (palma, girasol), etc. Además los ingredientes se enumeran en orden de cantidad, así que hay que tener en cuenta que si por ejemplo el azúcar aparece en las primeras posiciones, el alimento será en su mayor composición azúcar.

 

Una pareja que esté buscando concebir un niño, ¿hasta qué punto puede ayudar una buena alimentación y por qué?

Llevar una alimentación y un estilo de vida saludable está directamente relacionado con la fertilidad. Por ejemplo, una dieta rica en folatos, que se encuentran en las hortalizas de hoja verde como las espinacas, el brócoli, la alcachofa, los guisantes, aguacate, frutos secos… además de tomar un suplemento de 400 microgramos de ácido fólico desde 3 meses antes de la concepción, contribuye al crecimiento del tejido materno, previene los defectos del tubo neural y disminuye el riesgo de aborto espontáneo. También es importante consumir ½ cucharadita al día de sal yodada, ya que su déficit se asocia a problemas gestacionales y por supuesto llevar un estilo de vida saludable evitando tóxicos como el alcohol, tabaco, medicamentos o complementos no prescritos. Los efectos secundarios de ciertos fármacos o remedios “naturales” podrían ser perjudiciales para la fertilidad.

 
Durante el embarazo, ¿cómo influye nuestra alimentación y el estilo de vida en nuestro bebé?

Durante la gestación, la alimentación de la madre interviene en el desarrollo del niño. A través de la placenta llega al bebé el oxígeno y nutrientes que necesita para desarrollarse saludablemente ,pero también sustancias dañinas como la nicotina, alcohol, cuerpos cetónicos (derivados de restricciones alimentarias) o incluso un exceso de sal o azúcar en la dieta. Por eso es importante seguir unos hábitos y un estilo de vida saludable, ya que no solo repercutirá en la salud de la mamá sino también en la del bebé.

 

¿Qué diferencias encuentras entre los alimentos convencionales y los bio, eco o vegetales?

Los productos ecológicos, a pesar de tener un precio más elevado que los alimentos convencionales, tienen un público al que no le preocupa pagar un poco más. Pero el sello de cultivo ecológico no garantiza que los productos tengan una mayor calidad nutricional ni sean más seguros, es decir que el alimento tenga más nutrientes o mejor sabor no garantiza mayor seguridad alimentaria ni un menor impacto medioambiental. Como no hay suficiente evidencia para poder garantizar que las diferencias entre ambos productos se traduzcan en beneficios en la salud, el consumo de estos productos no es imprescindible para mantener una vida saludable, aunque podría ser positivo para luchar por una agricultura de proximidad y unas prácticas más responsables con el medio ambiente.

 

A veces es complicado conseguir que los niños pequeños coman saludablemente. ¿Algún consejo para lograr el objetivo?

Los niños aprenden por imitación y sin duda los padres y el entorno familiar debe ser un ejemplo en la alimentación de los más pequeños. Es importante integrar a los niños y compartir la mesa familiar para que adquieran unos buenos hábitos desde el inicio. Otro consejo para que los niños coman sano es ofrecerles alimentos saludables en su forma natural desde el inicio de su alimentación, sería la llamada Baby-led Weaning o alimentación autorregulada, donde se pone a disposición de los bebés los alimentos para que conozcan su textura, forma, sabor, olor…, y los integren en su dieta habitual.