Mujeres rurales de hoy

Tal vez los lectores más jóvenes no tanto, pero la mayoría de aquellos que rondan la treintena seguro que han tenido o tienen una abuela de campo. Una de esas grandes mujeres rurales de nuestro país que levantaron el país tras la Guerra Civil en su juventud a base de esfuerzo, tesón y demasiadas horas de vida dedicadas a la agricultura, a la dura labor del arado, el plantado o la recolección de frutas, verduras y cereales, de sol a sol, a cambio de humildes sueldos, o como cultivadoras principales de sus propias tierras.

 

Una profesión que hoy en día siguen ejerciendo una de cada cinco mujeres en España, ya que más del 20% de la población femenina vive en áreas rurales en las que se dedican a labores agrícolas, ya sea como jornaleras o trabajadoras de almacén o como empleadas de oficina, jefas o propietarias de empresas del sector, según indica la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales. Aunque, debido a la masculinización de la agricultura, los altos cargos siguen injustamente reservados, en su mayoría, a los hombres.

 

En total, cerca de la mitad de las personas rurales son mujeres, según el MAPAMA, a pesar de que muchas de las jóvenes nacidas en áreas de campo se han movido a zonas urbanas, donde desean encontrar mayores y mejores oportunidades laborales, sobre todo, aquellas con estudios superiores, cuyo fenómeno se conoce como ‘huida ilustrada’. Ello ha provocado que el sector agrícola sea todavía más masculino.

 

Aun así, muchas de ellas han aguantado o después de formarse en la ciudad como ingenieras agrónomas, entre otras profesiones técnicas, han vuelto al campo para desarrollarse en este ámbito y mejorarlo de la mano del uso de las nuevas tecnologías, el ‘big data’, etc.

 

Mujeres rurales fuertes, luchadoras, emprendedoras que cada día se esfuerzan por verse visibilizadas y dar el do de pecho por ayudar a elevar el sector de la agricultura al nivel de relevancia pública que merece.